"Parece demostrado que la globalización bajo el modelo insostenible del capitalismo produce enormes desgarros en las economías más débiles, crea focos de enorme riqueza a costa de desestructurar los tejidos económicos locales, acumula mucho pero distribuye poco. La enorme brecha entre ricos y pobres es la otra cara de la globalización. Querer compatibilizar la lucha contra la pobreza con la globalización dentro del capitalismo resulta simplemente inviable. Por eso los programas de cooperación se deslizan subrepticiamente hacia la privatización y el mercado, manteniendo la lucha contra la pobreza como puro asistencialismo, caritativo, graciable, cuya responsabilidad se traslada hacia los ciudadanos como demandantes de la acción de los gobiernos."

L.Nieto Pereira, Cooperación para el desarrollo y ONG.