Genere usted en dosis pequeñas y bien repartidas en el tiempo la vergüenza.
Aplique uniformemente el qué dirán entre sus congéneres.
Distribuya a ser posible en dosis individuales artefactos electrónicos que mantengan en vilo a quienes le rodean.
Cree diferentes tipos de melodías que mantengan alerta auditívamente a los viandantes.
Imponga un conjunto de redes virtuales sociales donde el individuo pueda evadirse y proyectar su yo anhelado.
Actualice dichas redes.
Apoye firmemente el infantilismo mediático y ayude al sistema social con esporádicas muestras de represión policial brutal.
Espolvoree ello con ignorancia y deje reposar al menos una década.
En otro orden, muestre deseo de la uniformidad a todos los niveles y diseñe itinerarios al efecto.
Divulgue deporte y fanatismo a partes iguales.
Reparte bebidas energéticas portadoras de felicidad y...por último siéntese a disfrutar del espectáculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario