De todos es sabido cómo los medios de comunicación, al servicio del poder, generan una dinámica de producción de capital simbólico en lo que al universo lingüístico-social se refiere.
Hoy podemos leer tras el resultado de las elecciones municipales españolas un titular que dice: La mitad de las capitales pueden quedar en manos de la izquierda. Quedar en manos de la izquierda, comparando este amplio concepto a un ente capaz de poseer e hipnotizar a cualquiera que no profese sus ideales, no tiene que ser menos que negativo y por eso debe ser evitado. Por otro lado, como una guerra de galaxias o un juego de estrategia, que las capitales queden en manos de...nos remite no sólo a una pugna territorial sino a la necesidad de ver al país como un todo no fragmentado necesitado de un poder aún menos fragmentado y diversificado. Sin duda, son los coletazos de la herencia de lo que somos y a la que nos trata de arrastrar desde este discurso, generando una cosmovisión de la península ibérica como un único territorio social necesitado de un pensamiento también único. A estas alturas...
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