"La desmesura es ese delirio inconsciente que anima a nuestra civilización a la conquista del mundo, al sometimiento de la naturaleza, al crecimiento indefinido, al siempre más, a la hegemonía de la cantidad sobre la cualidad, a la verdad del cálculo en detrimento de las verdades de la vida (que son la plenitud personal y la integración comunitaria), en provecho del carácter material y apropiador del bienestar y en perjuicio de su carácter afectivo, físico, moral. (...) Cuanto más intensa es la afectividad, más escapa a la razón y más se convierte en pasión. De donde deducimos este importante principio: la pasión simpre necesita de la razón para no caer en el delirio, la razón necesita de la pasión para ser generosa. Por lo que el arte político debe incluir una dialéctica permanente razón/pasión, y requerir la razón y los sentimientos de los ciudadanos, combinándolos en lugar de oponerlos"


     E. Morin, en el prólogo a La causa Humana, Viveret, P. (2013), Icària.
"Antes de terminar, quiero decirte cuánto me hacen sufrir, como maestro laico que soy, los proyectos amenazadores que se urden contra nuestra escuela. Creo haber respetado, durante toda mi carrera, lo más sagrado que hay en el niño: el derecho a buscar su verdad. Cuando se trataba de Dios (está en el programa), yo decía que algunos creen, otros no. Y que en la plenitud de sus derechos, cada uno hace lo que quiere. De la misma manera, en el capítulo de las religiones, me limitaba a señalar las que existen, y que profesaban todos aquellos que lo deseaban. A decir verdad, añadía que hay personas que no practican ninguna religión. Sé que esto no agrada a quienes quisieran hacer de los maestros unos viajantes de comercio de la religión, y para más precisión, de la religión católica."

Camus, A. (2009) El primer hombre, Tusquets.