"Nuevas" alternativas a viejos problemas

Existe una corriente, de sobra conocida, en el mundo de las pedagogías. Utilizo el plural por hacer honor a las diferentes maneras de abordar el hecho educativo. Me pregunto porqué muchas de ellas, elitistas y exclusivas de aquellos cuyo bolsillo se lo puede permitir,  van unidas intrísecamente a una visión transhumanista del individuo, donde aquello alternativo se convierte en el nuevo dogma (catolicismo vs waldorf vs new age vs....). 
De nuevo la reproducción de modelos. El dogma, el misterio como poder, no como herramienta dialógica y de transformación social. Se crean sujetos individualistas a quienes se les apremia en el libre albedrío, sin tener en cuenta el contacto interpersonal, la sociedad como un todo de todos. Quizá estas nuevas pedagogías nos aboquen a cotas mayores de individualismo y falta de empatía y participación social. Aunque pareciese que nos hablan de lo contrario.

Ahora, como apunta Millar (2011) en su análisis crítico de la Pedagogía Sistémica, nos encontramos con una falta de responsabilidad del sistema público por asumir una educación de calidad en la que se respete el principio de una construcción social igualitaria basada en los intereses de desarrollo de cada persona y su entorno; ello da pie a que se instalen diferentes ofertas educativas en donde, muchas carecen de sentido crítico/reflexivo y de transformación social profunda. ¿Dónde queda la participación social en estas propuestas? Si son movimientos centrados en el individuo, en su capacidad de amar (siempre en dirección a un orden prescrito por el dogma), en una visión del sujeto como instaurado en un sistema del que no puede moverse...¿qué transforma a un nivel macro? ¿O estamos ante aquello de la suma de las individualidades transformadas genera un todo diferente? Cuesta creerlo cuando los resultados siguen siendo los mismos. Como aquel que visita a los ascetas de tierras exóticas buscando sabiduría y no repara en los maestros que tiene a su lado.

Por tanto, el surgimiento de estos movimientos, no es sino el disfraz de cosmovisiones sociales reduccionistas que vienen a instalarse en una sociedad carente de espíritu crítico y constructivo, que aún no es capaz de transgredir el modelo tradicional post-industrial fruto de esta perpetuación del sistema. Si vamos a transcender, hagámoslo conociendo a quien se sienta a nuestro lado, construyendo codo con codo...Maestro Freire hable:

"Se valora el acto pedagógico como una instancia de comunicación humana, donde es posible encontrarse con el otro a través del diálogo entre iguales."