La violencia legitimada

Hemos asistido a un convulso acontecimiento que, al parecer, ha sorprendido a muchos en estos días pasados: un chico de 13 años, en su propio instituto, mata a un docente y siembra el pánico entre sus compañeros. No vamos a debatir acerca del uso de la noticia en los medios, bastante bizarro ha sido y viene siendo cómo se despellejan las tragedias, sea del orden que fuere en nuestra sociedad española y no digamos en otras; sino más bien tendríamos que analizar los hechos para plantearnos preguntas.
¿Qué  lleva a este chico a desarrollar tal acto en su escuela? ¿Es responsabilidad enteramente de él o ha sido abocado por la violencia que le rodeaba? Éste es un debate largo que, sin duda, debe de movilizarnos a realizar acciones concretas en las instituciones educativas, desde dentro. Algunos buscarán la solución, no preventiva, en el Estado, en la necesidad del endurecimiento de las leyes o en las premisas psico-biológicas de este adolescente. Como Castel advertía, somos una sociedad que se ha organizado en torno a la búsqueda infinita de protección y anhelo insaciable de seguridad; por lo que no podemos dejar de buscar esa responsabilidad siempre ajena a nosotros mismos y situada afuera. Pero nunca pensamos en las causas primeras de las situaciones y menos cuando se trata de inocentes.
¿Qué le lleva a un adolescente a cometer estos crímenes? No hablaremos de violencia estructural, a la que ya estamos harto acostumbrados, ni tampoco de un sistema educativo meramente transmisor de conocimientos que no presta atención al desarrollo emocional de los alumnos. Tampoco cabe hablar de la estigmatización de los trastornos mentales...No cabe hablar de ello a quien no quiere escuchar.
"Hemos estado educando a los chicos para algo que ya no existe. Necesitamos personas creativas, que se adentren en terrenos quizá extraños para nosotros...Ya no necesitamos trabajadores, eso es historia."

Simon Ratlle



"Hay que ver en el capitalismo una religión. Es decir, el capitalismo sirve esencialmente a la satisfacción de las mismas preocupaciones, penas e inquietudes a las que daban antiguamente respuesta las denominadas religiones. La comprobación de esta estructura religiosa del capitalismo, no sólo como forma condicionada religiosamente (como pensaba Weber), sino como fenómeno esencialmente religioso, nos conduciría hoy ante el abismo de una polémica universal que carece de medida."

Walter Benjamin

Adios maestro...

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar."
 
Eduardo Galeano