Hipnotismo musical

Las actuales melodías que reinan en el panorama musical comercial, nos hacen reflexionar sobre aquello que Hannah Arendt llamaba la vanalidad, aquello que para la lógica individual pareciese ilógico pero que en lo colectivo se convierte en lo dominante, el modelo validado. Una vanalidad sostenida por todos y de la que todos somos responsables. Hemos logrado la recreación de un modelo social basado en homogeneización de lo absurdo, la identificación por mímesis de los gustos colectivos. Quizá el término más adecuado para este fenómeno podría ser el de "hipnotismo" social. Los estribillos pegadizos, en donde una progresión de sílabas primitivas hacen las delicias de niños y mayores, generando un modelo no exento de vileza. Se dejan entrever los estereotipos de género, las actitudes despóticas o la búsqueda inmediata del placer. Una forma sistemática más de generar una visión del mundo para grandes y pequeños. La cultura de la imagen, del todo vale, de las princesas y los hombretones salvadores...que lleva también a un comportamiento común. Pensemos qué hace cada uno para sostener esa vanalidad.
 
Unas muestras: