R.i.P. Lemmy


"Desde ese momento, entrar entonces empezó a resultar idéntico a ponerse a salvo de un universo exterior percibido como inhumano y atroz. Un juego infantil que todos conocemos lo explicita y el perseguido en el tocar y parar sabe cuál es la palabra mágica que le va proteger de quien corre tras de él para atraparle: “¡Casa!”. Y es que ciertamente uno vive en su casa, es decir, en un lugar construido, con paredes, techo, ventanas y puerta, al que no en vano llamamos vivienda o espacio para vivir, dando a entender de algún modo que lo que uno encuentra fuera de ella no es exactamente vida. Ese hogar –máxima expresión del dentro– en que se espera que se convierta una vivienda es el lugar de las certidumbres que, a partir de cierto momento del siglo XIX, se levanta contra el temblor crónico de la vida pública, una vida de la que se repite que, en efecto, no es del todo vida, hasta tal punto está marcada por la frialdad, el interés y la desorientación moral."
 
M. Delgado

Violencias y de qué violentos

Ayer asestaron un golpe al presidente de España. Todos los medios no dudaron en mostrar su condena ante la violencia mostrada. Cabría preguntarse también si ante tanta alarma por una bofetada no nos hace variar nuestra percepción sobre lo que es violento. ¿No es violento recortar drásticamente el número de becas de comedores escolares? ¿No es violento bajar los sueldos más de cuatro veces en tres años al profesorado? ¿No es violento mostrar casos de corrupción diariamente a sabiendas que los imputados acaban por burlar a la "justicia"? ¿No es violento condenar la violencia de género y no promover programas educativos basados en la educación cívica, el respeto al otro o la aceptación? ¿No es violento dejar morir a ancianos y personas dependientes que han visto burtalmente recortadas sus ayudas a la dependencia? Preguntémonos entonces ¿de qué violencias hablamos y de qué violentos?

Crece la movilidad laboral...

...mientras se estanca la política en un país necesitado de aires de renovación en todos sus ámbitos, sobre todo el político. Los ciudadanos se mueven por necesidad, a ver si este domingo movemos de sus asientos a los que realmente debieran haberse ido hace tiempo.
Un interesante análisis de la realidad política en tiempos de campaña.