Imaginen...

...un país en el que los profesores deban tener unas cualidades intelectuales y artísticas como condición para ser docente. 
Donde la selección del cuerpo docente se haga antes de comenzar la carrera universitaria, distribuyendo en tres fases esa formación: créditos de formación, prácticas en centros de excelencia y tesina de final de carrera (entrevista, resumen de un libro, explicación de un tema ante una clase y demostración de dominio de un instrumento musical u otra disciplina artística). 
Donde la ratio máxima de alumnos por clase sea de 17 y en el caso de haber un alumno con necesidades educativas especiales esa ratio baja a 10. 
Donde no existe una educación reglada de los 3 los 6 años. 
Donde el alumno entra a la escuela a los 6 o 7 años, período en el que se concebible se encuentra en la fase más manejable de su desarrollo como para entrar en los aprendizajes más reglados. 
Donde lo importante es que los estudiantes empiecen a pensar por sí mismos. Donde en las clases se utiliza el arte, la música y la belleza como un elemento esencial del proceso de enseñanza y aprendizaje. 
Donde el material escolar es totalmente gratuito. 
Donde no existen los inspectores de educación. 
Donde son los directores de los centros los que eligen a su personal en base a un riguroso proceso selectivo que comienza ya antes de empezar la universidad. Donde la duración máxima de una clase es de 45 minutos, con 15 de descanso. Donde los niños no aprenden a leer hasta los 7 años, y no existe preocupación alguna porque lo hagan antes de esa edad. 
Un país cuyo índice de analfabetismo se sitúa en el más bajo de Europa. Donde la tasa de fracaso escolar es la más baja de Europa.  
Donde existe una vasta red de bibliotecas al alcance de cada ciudadano, no burocratizadas. 
Donde la conciliación de la vida laboral y familiar es prioridad estatal.
Donde las madres pueden elegir estar con sus hijos en casa y no trabajar, porque existe todo un abanico de ayudas estatales que favorecen la crianza en casa hasta los 6 años. 
Donde el mayor porcentaje de alumnos adultos en formación continuada es el más alto de Europa. 
NO es una utopía, es una realidad llamada FINLANDIA.

A propósito de Alepo, Siria...

"(...) No hay barracones, ni tablas para construirlos., pero hay que hacer algo para protegerse de los días ventosos y las noches frías. Con cuatro o cinco mantas es posible construir una chabola, si las cañas llegan a todos. Qué importa que las chabolas tengan que tener tan bajo el techo que solo sea posible permanecer en ellas tendido o sentado. Hace frío, hace viento. ¡Que no llueva!...Los techos de manta dejan pasar el agua enseguida, y mientras la lluvia dure se temblará y castañearán los dientes. La cama de cada hombre es la huella que su cuerpo acostado deja en la arena...Al norte alambradas, al sur alambradas, al oeste alambradas, al este...Aún nos queda el mar"

Agustí Bartra, La ciutat de la derrota.
Tomando las palabras  de Hussein, en su libro Vertiente sur de la libertad, 1989,Icaria; donde comenta que a la producción no le incumben los equilibrios vitales propios del hombre y que a cambio es lanzada únicamente en persecución de los fines materiales que se propone alcanzar y de los medios para lograrlo, la producción es cada vez más indiferente a la plenitud de la vida. Así  la lógica del capitalismo está operando una serie de rupturas con el medio vital en el que primero se ha desarrollado; largando algunas de las principales amarras que lo anclaban a la revolución individual y por medio de las cuales se alimentaba de todas las virtualidades creadoras de dicha revolución, para ir encogiendo poco a poco el campo de esas virtualidades y atentando así contra la integridad misma del individuo. 
Podríamos preguntarnos si a cambio se nos ofrece todo un abanico de propuestas mesiánicas y revitalizadoras (efecto New Age) de esa fuerza interior, donde el individuo parece encontrar su resguardo donde expandir esas necesidades, sacrificando su naturaleza solidaria y social.
De este modo se produce una desactivación del tejido social, surgido desde el principio de la humanidad. Lo peligroso es que cada día son más dichas propuestas e intentan abarcar cualquier estadio de la vida cotidiana, cubierto anteriormente por la pertenencia el grupo y la pervivencia de los mitos.
Es así como nos situamos en un mundo asocial, desmembrado e inconexo con la paradoja holográfica de las amplias redes de comunicación como telón de fondo. Y no es un efecto generado de forma espontánea, está totalmente premeditado para la desvirtualización de lo social como fuerza inherente al ser humano. Por tanto, ¿nos deshumanizamos cuando pareciese que estamos buscando lo contrario? Esas búsquedas en nuestro interior de aquello que no logramos entender, que es la vida, antes explicadas en los mitos de grupo, ahora corre a cuenta de cada individuo y de sus tretas para lograr descodificar su entorno próximo y espiritual. No será tarea fácil, si no tenemos con quién compartirla...


Sobre victorias, violencias y escuelas

Recorriendo los titulares de algunos diarios, encontramos noticias relacionadas con el acoso escolar, conocido últimamente como "bullying"(término acuñado desde la cultura anglosajona como medida de lo que es realmente grave, importante y, sobre todo, compartido por todos). 
El tono siempre sensacionalista y desmedido, no trata sino de generar un relativismo ante lo que es la raíz de esta situación: un sistema escolar autoritario y obsesionado con la disciplina. Si los preadolescentes y adolescentes son instruídos bajo el mando de una educación que no les permite encontrar sus propios límites, explorar sus capacidades, conocerse a sí mismos y su entorno, sino que queda validado un sistema basado en el bloqueo emocional, la productividad, el malentendido respeto a la autoridad (la autoridad  se gana, no se exige), entonces estos chicos y chicas encuentran en sus relaciones entre iguales un lugar donde drenar aquella presión  violenta a la que son sometidos diariamente. Posiblemente en su edad adulta sean obedientes, productivos y, sin duda, contenidos emocionalmente. Por lo que cualquier efecto que genere un stress será disparador de conductas agresivas. 
¿No será que esto lleva a una violencia de la que se valen las figuras de poder que ejercen de espejo ante esas frustraciones ganando adeptos a sus filas?  La prueba la tenemos en los resultados electorales de Estados Unidos. La conexión entre las mensajes del candidato y los sentires más profundos de la cuidadanía que le apoya, instruída en un modelo pedagógico basado en el autoritarismo y la ausencia de autogestión emocional, no puede sino recordarnos al siglo pasado, donde ocurrió lo mismo en la Alemania de mediados de siglo. Y aún seguimos sin entender la importancia de la educación...

Sobran las palabras al igual que las etiquetas cuando se trata de VIVIR.

"Nuevas" alternativas a viejos problemas

Existe una corriente, de sobra conocida, en el mundo de las pedagogías. Utilizo el plural por hacer honor a las diferentes maneras de abordar el hecho educativo. Me pregunto porqué muchas de ellas, elitistas y exclusivas de aquellos cuyo bolsillo se lo puede permitir,  van unidas intrísecamente a una visión transhumanista del individuo, donde aquello alternativo se convierte en el nuevo dogma (catolicismo vs waldorf vs new age vs....). 
De nuevo la reproducción de modelos. El dogma, el misterio como poder, no como herramienta dialógica y de transformación social. Se crean sujetos individualistas a quienes se les apremia en el libre albedrío, sin tener en cuenta el contacto interpersonal, la sociedad como un todo de todos. Quizá estas nuevas pedagogías nos aboquen a cotas mayores de individualismo y falta de empatía y participación social. Aunque pareciese que nos hablan de lo contrario.

Ahora, como apunta Millar (2011) en su análisis crítico de la Pedagogía Sistémica, nos encontramos con una falta de responsabilidad del sistema público por asumir una educación de calidad en la que se respete el principio de una construcción social igualitaria basada en los intereses de desarrollo de cada persona y su entorno; ello da pie a que se instalen diferentes ofertas educativas en donde, muchas carecen de sentido crítico/reflexivo y de transformación social profunda. ¿Dónde queda la participación social en estas propuestas? Si son movimientos centrados en el individuo, en su capacidad de amar (siempre en dirección a un orden prescrito por el dogma), en una visión del sujeto como instaurado en un sistema del que no puede moverse...¿qué transforma a un nivel macro? ¿O estamos ante aquello de la suma de las individualidades transformadas genera un todo diferente? Cuesta creerlo cuando los resultados siguen siendo los mismos. Como aquel que visita a los ascetas de tierras exóticas buscando sabiduría y no repara en los maestros que tiene a su lado.

Por tanto, el surgimiento de estos movimientos, no es sino el disfraz de cosmovisiones sociales reduccionistas que vienen a instalarse en una sociedad carente de espíritu crítico y constructivo, que aún no es capaz de transgredir el modelo tradicional post-industrial fruto de esta perpetuación del sistema. Si vamos a transcender, hagámoslo conociendo a quien se sienta a nuestro lado, construyendo codo con codo...Maestro Freire hable:

"Se valora el acto pedagógico como una instancia de comunicación humana, donde es posible encontrarse con el otro a través del diálogo entre iguales."
Muy interesante artículo sobre las nuevas pedagogías, fuertemente soldadas a una cosmovisión procedente de la newage, que bien podría suplir la necesidad de cohesión social y trascendencia individual en la actualidad.
"Google nos conoce muy bien porque hace años que en cada busca que hacemos le decimos lo que nos interesa, en cada clic aquello que nos importa y en cada video que miramos en YouTube aquello que nos gusta. Con los calendarios sabe dónde iremos de vacaciones, con GoogleMaps sabe dónde estamos y con Gmail lo que dice al correo antes que a nosotros."


J. Maria Ganyet
"La educación también cambiará, aunque hay enormes resistencias corporativas y sentimentales a aceptar que hoy aún estamos educando para el mundo del pasado. Hay que dejar de obsesionarse por exámenes, tests y resultados: las grandes habilidades de ese porvenir que estudiamos hoy no se están incentivando, porque no se pueden medir."

Mark Stevenson
Muchas veces hemos escuchado eso de: "ya no sé donde vamos a llegar". Pues...ya hemos llegado. En este devenir social, donde la falta de referencias dignas y la ceguera ante la tecnología nos hablan de un suceso terriblemente grave: el de una joven francesa que graba su suicidio en internet. Una manera harto estúpida de llamar la atención de aquellos que estuvieron al otro lado de ese profundo mar que cada día engulle tanta energía de tantos jóvenes, que vacían las plazas para llenar las pantallas. No es gratuito que este fenómeno de internet, las redes sociales y los anonimatos se lleven por delante a muchos jóvenes frágiles que tiene muchas dificultades para enfrentarse a la vida real, situándose en un universo paralelo en donde todo es posible y, sobre todo, el no sentirse más frágil. Ya no hace falta llegar a ningún sitio. Oceáne, con 19 años ya ha llegado y no hay vuelta atrás. Lo increíble es que sigamos adorando estos universos para-lelos sin medida ni educación. Grave, muy grave.
 
 

Rincones de eroticidad

La llamada moda de los "ripped knee jeans" (tejanos rotos por las rodillas) o los calcetines tobilleros, es la nueva ola de lo que la juventud, alentada y guiada por la publicidad y las figuras de referencia en el candelero del famoseo (cantantes, actrices, bloggers -figura vanguardista del aburrimiento por antonomasia-, etc) interpreta como transgresor. Una transgresión siempre higienizada, guiada y controlada.  Siempre se sobrepasa el límite cuando éste no viene marcado por el poder, sino cuando viene de algo que genuinamente escapa a lo establecido, cuando supone un salto a lo desconocido. Pero esta sociedad de la globalización, de la democratización forzada del buenismo occidental, carece cada vez más de esos saltos. Así pues, la juventud se ve abocada al consumo de nuevas formas de interpretación del erotismo, del cuerpo, sin apenas darse cuenta de ello. Si ya los pechos son vistos en cualquier valla publicitaria, los culos son reclamos constantes ¿dónde hay que buscar nuevas atracciones del cuerpo? En aquellas zonas que poco han sido publicitadas y siempre desde la estética provocada por la hegemonía de la moda y el consumo, nunca producto de una subcultura de suburbio o de un nuevo modelo estético nacido desde un grupo social determinado.
Todo esto ni siquiera llega a la categoría de generar un nuevo patrón de belleza, como en su día lo instauraron los maravillosos culos representados por Dalí, Hausman o Ray o las piernas de la Diosa de Velázquez o los dibujos de Rodin. Porque la estética dominante ya se encarga de que simplemente sea una nueva tendencia, nada más.  Se trata de homogeneizar, tanto las estéticas como las trangresiones, y éste es el fruto de ambas. Si Tusquets Blanca hablaba del desafío excitante que supone la interpretación del cuerpo humano, diremos que hoy, no se interpreta, se reconfigura, se reutiliza, se transforma en el carburante de un capitalismo que todo cuerpo impregna, hasta más allá de esas rodillas, globalizando el sentido estético occidental a cualquier rincón del planeta. 

"(...) la juventud también se auto-educa en la sociedad civil, fuera de los muros de la Institución, mediente la lectura no-dirigida, el aprovechamiento de los diversos canales de transmisión cultural independientes de la Escuela, la relación 'informal' con los adultos, los viajes, la asimilación de las experiencias laborales, etc. Hay, pues, al margen de la Escuela, un vasto campo de posibilidades de auto-formación, de auto-educación, difuso y complejo, que impregna casi todo el tejido de la vida cotidiana, de la interacción social; campo de posibilidades que está siendo explorado, de hecho, por la juventud, y probablemente más por la juventud no-escolarizada que por la escolarizada, más por los trabajadores que por loes estudiantes (demasiado encastillados, estos últimos, en la mansión universitaria)."

Pedro García Olivo
Ayer leí, en voz de alguien próximo: "Cuando nos vamos ¿todo se va con nosotros? Entonces ¿qué queda?" Lo que hayamos hecho, lo que dejamos como legado. Y si te has dedicado a sobrevivir, es muy difícil dejar algo que tenga reconocimiento.

Si estás abajo, es complicado. Te queda la sencillez de la aceptación de la huella que imprimas en tus hijos. Todo queda resuelto en el personalismo individual. Así la perspectiva de los que están abajo se limita, no hay una trascendencia en la cotidianeidad. Ella misma lo es. El bien común se busca desde otra óptica. La lucha entre lo colectivo e individual se forja en los corazones de los hombres, de los de abajo.

Los de arriba ya trascienden, no luchan ni sobreviven. Se pueden permitir, si lo desean, ir en busca de aquello que para los de abajo es lejano. Así, la distancia hacia lo trascendente se alarga o acorta dependiendo de donde estés: arriba o abajo.

Abajo luchas, sobrevives, te autoconvences, buscas tu huella en la descendencia. Arriba te despreocupas, flirteas con la trascendencia, vives.

La lucha por el bien colectivo bien podría decirse que se ha dado históricamente abajo de forma más frecuente. Sin embargo también arriba, donde la colectividad se tiene muy claro qué es, a quien abarca, cómo se define,...
Abajo la colectividad es informe, cambia, hoy son unos y mañana otros. Pero hay un ideal, también cambiante, que señala la búsqueda o anhelo de la vivencia. Pero para ello quizá sea erróneo pensar que todas las batallas por deshacer las injusticias son necesarias. Es imposible, son demasiadas: despaparecen unas y otras surgen. Hay algo crónico en esto.

Mientras que arriba existe un dogma, imperturbable: la persistencia del status, por ley casi natural, porque así ha sido siempre. Muy pocas veces existe amenaza.

Abajo vivir es un horizonte al que llegar, mientras se carga a la descendencia con ese deseo mantenido por ley también natural, ya que siempre ha sido así. Harto complicado supondría liberarse de este legado aquí abajo. Si en definitiva todos tenemos más o menos, el deseo de vivir y de trascender, es quizá necesario transgredir los órdenes de lo que arriba y lo que es abajo. Analizar en profundidad qué dinámicas de cronicidad hacen prácticamente imposible una movilidad social. Claro ejemplo sería la corrupción, la apropiación de lo ajeno como normalizado, dignificado por el hecho del entorno que lo rodea: arriba. Aparecen de este modo, en política, nuevas maneras de mantener el status.  Habría que ver si desde abajo están surgiendo también otras formas de liberarse de ese status crónico.