"Y se sabe que así, poco a poco, se va configurando una sociedad dócil e insolidaria. Que vive al margen de la realidad. Fantasiosa. Y así, cabe vez es menor la rebeldía. Cada vez al capital le es mas fácil manejar el mundo a su conveniencia. Y pensaremos que es inherente al mundo de la propiedad privada, las multinacionales, las guerras, los contratos de hambre, la violencia, la corrupción y la miseria. Pensaremos que fueron inevitables en América Latina las dictaduras de ayer como lo son hoy los gobiernos dóciles, arruinados, dependientes. Seguiremos pensando que fue inevitable lo que paso en Kosovo, Timor-Este o Chechenia. Como pensaremos que sera inevitable lo que viviremos mañana.
Cada vez mas escépticos e impotentes, mas pesimistas y poco imaginativos. Ocupados en el día a día. Y tal vez lleguemos a pensar que este mundo en el que vivimos es el mejor mundo posible. Y ya estaremos sumergidos del todo en el pensamiento único. "

Colectivo Diaspora. Los dueños del Mundo y los cuarenta ladrones.


"Así, la formidable amalgama de ideas no produciría mas que una opinión tendente a la unanimidad, a la simplificación, un mínimo común denominador intelectual; hasta el extremo que dentro de poco todo el mundo, salvo unos cuanto excéntricos, acabara leyendo -¡si es que lee!- las mismas novelas estereotipadas, escuchando cantidades ingentes de melodías indistintas, viendo películas producidas con un mismo molde, tragando, en una palabra, la misma e informe papilla de sonidos, imágenes y creencias."

Amin Maalouf. Identidades asesinas.

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