Como excusa de los actos acaecidos la pasada jornada de huelga general de marzo, los politicos quieren reformarnos a base de Código Penal. Y no es que aprovechen la ocasión, como dice el titular de Interior en un conocido diario barcelonés, sino de equipararse a países como Reino Unido o Francia para apretarnos más las tuercas, que por lo visto mucha falta nos hace. Las excusas sostenidas con poder caen por su propio peso, generan duda y polarizan la opinión pública, desarticulando la fuerza social. Se quiere reformar la ley penal antes del verano, porque seguramente están alerta ante la que posiblemente se venga encima pronto. Y los violentos son la excusa, es terrorismo según opinan algunos señores de la política. Siempre viste más la anecdóta que la reflexividad. Así que, ante lo visto: cuando hay un niño revoltoso en casa, mejor cerramos la puerta y castigamos a toda la família, que seguro se lo merecen.
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