Descrédito politico

En nuestra manía por hacer emerger las estrategias de conducir a la fuerza social hacia donde los organismos de poder requieren y necesitan, hoy leemos el siguiente titular en un periódico de tirada nacional: "Acorralados. Los partidos e instituciones desbordados por la oleada de casos de corrupción." De nuevo se positiviza o al menos se trata de naturalizar que los políticos se mueven en un tejido relativo en donde algunos medios de comunicación utilizan las palabras "acorralado o desbordado" tratando de teñir a la opinión pública en ese doble juego de sentimiento relativista que finalmente acaba muriendo a manos del maniqueísmo más absurdo. Si alguien se siente desbordado porque el agua de su propio grifo le llega al cuello es que, como mínimo, es estúpido. Y ése es el Estado que mantenemos.

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