Lo patético

...es que podamos incluso llegar a pensar que este descrédito político nos haga desvincularnos aún más si cabe de la vida colectiva y sobre todo vaciarnos de la fe en la fuerza social. Es el momento preciso de hacer totalmente lo contrario: implicarse, participar, practicar el debate, plantear alternativas, etc. Si hay algo que nos debería preocupar sobremanera es que esta música de tuberías que suena cada día con más fuerza y que se llama gobierno de España, se convierta en una cantinela cotidiana a la que los oídos se acostumbran, sobre todo aquellos que ya de por sí necesitan estímulos excesivos, como el maniqueísmo mediático. Sin duda lo peor es que los excrementos que generan estos dirigentes nos salpican a todos y ninguno de ellos tiene la dignidad de limpiarse o de desaparecer. Acostumbrarse a este modelo es muy grave. ¿Cómo sino se genera en las generaciones venideras el crédito hacia las figuras de autoridad? ¿quiénes serán ahora estas figuras? ¿las propuestas por los masssmedia? La veleta social se mueve cada vez con más rapidez y eso es altamente preocupante.

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