Gurús mediáticos

Ya en el ocaso del Neolítico, cuando el conocimiento comienza a ser fuente de poder, comienzan a surgir los cabecillas de los grupos. Es la historia la que nos ilustra sobre cómo esta figura ha ido in crescendo a lo largo de los siglos. Aquellos que nos guían, que nos hacer ver, que nos revelan lo que ellos desean, que alumbran las vidas y que nos sacan de ese estado liminal al que hacía referencia Victor Turner cuando aún no se es ni una cosa ni otra,; siempre han sido los que han conectado con nuestro desamparo interior valiéndose de él para dominarnos. 
En la actualidad están por todos lados, dado que el pensamiento único goza de su máximo apogeo. Están en las nuevas doctrinas pedagógicas, donde los gurús visionarios plantean un itinerario formativo basado en el niño mientras recurren a teorías más basadas en el esoterismo que en realidades sociales cotidianas. Están en los grupos sectarios de la new age, donde desvelan los secretos de la energía cósmica universal por estadios que el individuo debe conseguir a base de esfuerzo personal semiterapéutico (si Levi-Strauss levantara la cabeza con su teoría de la eficacia simbólica se cargaba este chiringuito que a tantos hipnotiza), lágrimas (siempre compartidas y sugestionadas) y una cuantía de dinero, que no falte. No hay partida que no requiera monedas...
Están en los medios de comunicación caracterizados de tertulianos que iluminan nuestra sed de saber, sea lo que sea que se tenga que saber. Porque pareciese que necesitamos saber de todo, aunque sea mal.
Todo ello  aparta al conocimiento compartido, donde la red social genera aquello que le es útil para conocer el mundo. Si bien siempre hemos necesitado de aquellos que conecten lo vivido con lo desconocido, pareciera que nos estamos olvidando de vivir para tener que estar pendientes de lo que está siempre por venir...

No hay comentarios:

Publicar un comentario